Iluminación

 

Mientras empuja el carro del mercado
y busca en las estanterías los productos

 

(uno más entre ese público que abarrota el almacén),

 

inesperadamente le llega el recuerdo
de un día allá en su infancia

 

-un momento inmortal, si se quiere,
tan distinto a los demás, que todavía hoy lo toma por sorpresa
y lo vuelve a estremecer como entonces-.

 

Tiene que detenerse y cerrar los ojos;
por un instante la vida parece asirse a otro orden

 

y refulgir bajo el abrazo divino.

 

(Cerca del mostrador cubierto de hielo

donde exhiben las merluzas y las jaibas, bajo la luz blanca,
mezclado a la clientela que recorre
el almacén, él debió detenerse un momento:
de allá, de la nuez de la infancia,
le llegaba un atisbo, un recuerdo holgado
de indecibles presencias,

y necesitó volver los ojos como un poseído,
cuando sintió que toda la vida era poca
para dar cabida a semejante instante).

 

Elkin Restrepo.