Mujer de bruma

III

 

Sé que has peinado ese mechón de pelo muchas veces

y te has mirado en el espejo de tu alcoba

con las cremas importadas en la mano

dispuesta a la apariencia cotidiana.

 

De pronto desechas una blusa por el color

o un jean por lo arrugado

y desesperas el aire con tus quejas

porque recuerdas la playa y aquella música eléctrica

ahora cercana y pegajosa como el frío.

 

Presiento que a menudo te has mirado

en el lago de mis ojos

y no alcanzas a comprender el por qué

de tanto silencio y tanta ausencia.

 

Eso sé y muchas otras cosas de tus cosas.

Pero para qué contarlas.

 

Tal vez sea mejor decir que cada uno

habita en una ciudad distinta

donde las flores perpetúan por instantes

ese día glorioso que no tuvimos nunca.

 

Benhur Sánchez.